Cada día más y más hogares se pasan al autoconsumo solar. Es una solución muy cómoda y económica a largo plazo de autoabastecimiento eléctrico. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre el autoconsumo fotovoltaico: desde qué es, hasta los tipos de autoconsumo y de paneles, el ahorro que se obtiene, las instalaciones y la regulación que se aplica al sector.

¿Qué es el autoconsumo?

El autoconsumo es una manera de producir tu propia energía eléctrica para el consumo personal en la vivienda. En el caso del autoabastecimiento fotovoltaico solar, la energía se genera mediante placas solares.

Aprovechar la energía solar es una opción más y más común, ya que la tendencia es movernos hacia una energía verde, sin la necesidad de explotar los recursos naturales no renovables como el carbón o petróleo.

La solución es muy popular en España, puesto que en nuestro país contamos con aproximadamente 300 días de sol de 365, lo que significa una producción de energía casi ininterrumpida a lo largo del año.

Además, contamos con una irradiación solar superior, lo que significa que la capacidad de producción es superior comparando con otras zonas de Europa, por ejemplo, donde el autoconsumo residencial tiene mayor penetración que en España.

¿Cómo funciona el autoconsumo solar eléctrico?

La manera de funcionar de las instalaciones puede parecer complicada al principio, pero una vez que se conocen todos los detalles, verás que una ventaja del autoabastecimiento es su sencillez. A priori, hablamos de la energía del sol que, mediante placas solares se transforma en energía eléctrica.

La corriente continua producida está transformada en corriente alterna por el inversor solar. Esta energía se utiliza para el autoabastecimiento de la vivienda.

Para entender mejor cómo funciona el autoconsumo eléctrico fotovoltaico es necesario saber qué tipos de existen.

Tipos de autoconsumo solar

Residencial conectado o aislado

El autoconsumo residencial se divide en autoconsumo conectado a la red o desconectado. También podemos hablar de autoconsumo con o sin excedentes vertidos a la red.

En el caso del autoconsumo conectado a la red, la instalación va a tener 2 conexiones: una al sistema eléctrico de la vivienda y otra a la red de distribución, propiedad de una compañía eléctrica. El autoconsumo aislado, por otro lado supone la desconexión total de la red de distribución. Esta segunda opción implica que, de no contar con baterías o almacenamiento de energía, la vivienda no tendrá energía eléctrica.

¿Y qué pasa con el excedente de energía producido en estas dos situaciones?

En el caso del autoconsumo conectado la energía se puede verter a la red, obteniendo una compensación por los excedentes. Si la instalación es aislada, la energía se puede almacenar en baterías y el dueño de la misma puede disponer de ella en cualquier momento. Dependiendo de las necesidades y qué busca cada propietario de vivienda, se puede optar por una u otra.

No obstante, el sistema conectado a la red se llega a repagar solo mediante la compensación de excedentes, mientras que en el caso de las aisladas, no benefician de las compensación de excedentes y requieren una mayor inversión inicial, haciendo del repago y rentabilidad del mismo más bajo que la opción de mantenerse conectado.

También se puede optar por una instalación conectada sin compensación de excedentes, no obstante esta opción no ayuda a maximizar la rentabilidad del sistema.

Si hablamos de tipos de instalaciones de autoabastecimiento también cabe mencionar que estas pueden ser para uso individual o para uso compartido.

El autoconsumo compartido, como indica también su nombre, es cuando a la misma instalación están conectadas varias viviendas o una comunidad de vecinos. Este tipo de instalaciones son menos comunes puesto que la medición del consumo de cada vivienda resulta complicada. En las comunidades de vecinos donde hay un sistema instalado, se suele usar para zonas comunes como los pasillos del edificio, garajes o motores para la piscina.

Industrial o para empresas

El autoabastecimiento no se resume solo a residencias. El autoconsumo industrial es una opción que consideran más y más empresas. El funcionamiento de las mismas no varía y, al igual que en el caso del residencial, las empresas se benefician de ahorros en las facturas.

Las instalaciones fotovoltaicas para empresas se diferencian de las residenciales principalmente por:

  • El tamaño que suele ser mucho superior
  • El consumo energético
  • Las horas en las cuales se consume energía, que son tanto de día que de noche, a diferencia de una residencia donde se crean patrones del consumo de energía a lo largo del día

El autoconsumo solar y sus ventajas

Las ventajas de pasarse a una energía limpia, y especialmente a la fotovoltaica son múltiples, pero ante todo hay que tener en cuenta el ahorro generado por la instalación de placas solares. Si dispones de una instalación fotovoltaica y que produce excedentes que se vierten a la red, la inversión en placas solares se va a repagar en unos años.

Además, a partir del 1 de junio del 2021 y la llegada de la nueva tarifa de discriminación horaria, el autoconsumo resulta todavía más rentable. Esta tarifa eléctrica consiste en precios diferenciados de la luz según la hora del día. De noche, cuando no se puede autoconsumir si estás conectado a la red, el precio de la luz es más barato.

Otra ventaja que trae el autoconsumo solar es el cuidado del medioambiente. Vivimos en una época marcada por el cambio climático y está en la mano de cada uno de nosotros frenar este cambio. Gracias a este tipo de autoabastecimiento se producen menos gases de efecto invernadero y se ayuda al control del cambio climático.

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